La prevención y el fomento de la integridad es el enfoque que se encamina a transformar la cultura organizacional de las entidades públicas. Desde hace años, los organismos internacionales de referencia como la OCDE, el Consejo de Europa o el Banco Mundial promueven el desarrollo de mecanismos que permitan evaluar los riesgos de incumplimiento y establecer medidas de control. Estas medidas deben además difundirse en la organización, promover su conocimiento y cumplimiento y fijar una serie de personas responsables tanto de los controles como de los canales internos de denuncia.
La integridad pública no es solamente la ausencia de corrupción, sino la existencia de una cultura de honestidad, responsabilidad y respeto a la legalidad en el marco de una orientación de servicio a la ciudadanía.
La mejor manera de evitar los incumplimientos siempre es la prevención. Por eso, desde la Oficina Andaluza contra el Fraude y la Corrupción apostamos por promover estos mecanismos y adelantarnos a posibles situaciones de incumplimiento.

Para ello, desde la Oficina también hemos elaborado un Código Ético para Andalucía cuyo fin es sentar unas bases fundamentales para el desarrollo de la integridad. El Código cuenta con 4 principios éticos fundamentales, cuya materialización se está llevando a cabo de manera progresiva, y que cuenta con el compromiso tanto de esta Oficina como de las entidades del sector público que se van sumando, poco a poco, a esta nueva corriente de transformación de lo público.