La Oficina Andaluza Antifraude (OAAF) celebró con notable éxito las jornadas técnicas «Inteligencia Artificial en la lucha contra la corrupción». El evento, que reunió a expertos de reconocido prestigio y a numerosos profesionales interesados en la aplicación de la IA en el ámbito de la gestión pública, abordó de manera exhaustiva el papel crucial de la inteligencia artificial en la prevención y la detección del fraude.
La jornada se centró en abordar los desafíos y oportunidades de la IA en este contexto a través de tres perspectivas:
Belén Prados Suárez, doctora en informática y profesora titular del departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Granada, ofreció una amplio escenario sobre las potencialidades y limitaciones de la IA en la lucha contra la corrupción. Su exposición puso de relieve la dualidad de esta herramienta, capaz tanto de contribuir a detectar y prevenir el fraude como de ser utilizada para fines delictivos. Entre las muchas cuestiones plateadas cabe destacar la importancia de contar con algoritmos «explicables» y la necesidad de establecer una gobernanza ética y responsable en el uso de la IA.
Alberto Martín del Campo Sola, subdirector adjunto de la Unidad de Inteligencia Económica de la CNMC, presentó el sistema BRAVA, una herramienta innovadora desarrollada por la Comisión para detectar la colusión en la contratación pública. Los primeros resultados obtenidos con esta herramienta han ilustrado cómo la IA se puede utilizar de manera eficaz para la detección del fraude y ha servido para señalar los retos y la importancia de desarrollar sistemas de análisis de datos adaptados a las necesidades de cada institución.
Antonio Aragón Román, presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local (COSITAL Andalucía), analizó las aplicaciones de la IA en la administración local y los desafíos propios en este ámbito. Su intervención remarcó las potencialidades de la IA como apoyo, y no como sustituto, de las funciones de control económico, recaudación y fiscalización. También se aludió a las dificultades propias de las entidades locales en relación con la disponibilidad de recursos y la capacitación del personal para el uso de estas tecnologías.
La jornada «Inteligencia Artificial en la lucha contra la corrupción» ha puesto de manifiesto el enorme potencial de la IA como herramienta fundamental en la prevención y detección del fraude. Sin embargo, también quedó patente la necesidad de abordar con cautela y responsabilidad los retos éticos y tecnológicos asociados a su implementación.
Garantizar una adecuada gobernanza y salvaguardar la privacidad y seguridad de los datos deben ser los pilares básicos sobre los que se construyan los futuros sistemas de lucha contra la corrupción con IA. La Oficina Andaluza Antifraude seguirá trabajando en esta área.